lunes, 26 de mayo de 2014

El nihilismo de Nietzsche



Nihilismo
El nihilismo de Nietzsche
Nietzsche concibió y descubrió  el mundo como una interacción de fuerzas sin estructura ni fin coherente que se organiza y reorganiza a sí mismo sin cesar, sin sentido aparente ni oculto, una ebullición espontanea por sucesivas conformaciones de relaciones de poder, originadas en lo que él llama “voluntad de poder”, una pulsión intangible de energía que se manifiesta dentro de un perímetro el cual le otorga, a raíz de el perímetro en cuestión características relativamente parecidas durante el tiempo indefinido.  El nihilismo es un estado de transición duradero y eterno,  una invitación a la naturaleza, a observar, vivir, sentir la vida desde lo natural, un acabar con la fantasmal teoría de un orden divino dando la bienvenida a un ser nuevo con un lienzo en blanco en frente, un volver al caos caminando por sobre las cabezas, las ideas, las morales… un renacer desde la nada conceptual, pero con la experiencia de lo anterior, es como dicen los maestros zen, un aprender para comenzar a desaprender con una guía canoníca natural, un valor sin valor, una moral sin moral,  una especie de caos ordenado.- “Este mundo y vosotros mismos sois voluntad de poder y nada más” Nietzsche.
Nietzsche consideraba este mundo sin principio ni fin con acontecimientos que se repeten continuamente. El creía, creo que todo estaba dentro de un perímetro de energías y masas tales como la gravedad,  humedad, rotación, traslación, inercia (que no es una energía sino una cualidad del total), la tierra el volumen y demás propiedades del planeta que ayudan y en este caso obligan de manera arbitraria la vida, todas esas propiedades hacían que las manifestaciones de energía no fueran muy distintas unas de otras, por ejemplo los pese son estructuralmente parecidos, los mamíferos también casi todos tiene cuatro extremidades, cabeza, tronco y así, la gama cambia poco, pues el entorno hace que la energía eclosione de esa manera, es difícil un mamífero con cuerpo de pez y no hay más de dos o tres y esto seguirá así pues así es … lo hay pero al fin y al cabo se comporta y vive como pez.- Esto es el  “eterno retorno de lo idéntico”,  a lo cual se le ha dado diferentes interpretaciones. En este mundo los humanos podemos “sobrevivir y florecer” si somos lo bastante fuertes y bien dispuestos hacia la vida, a pesar del desencanto de saber que sólo se trata una eterna repetición, de la cual no somos del todo consientes.
Nietzsche reconocía nuestra humanidad como animalidad sin que ello fuera denigrante, (acá me acuerdo de Marx y su definición de hombre “el único animal capaz de transformar la naturaleza para su propio beneficio”) sino siempre superable, ante todo por el enriquecimiento de la vida cultural, del hacerse cargo, del darse cuenta,  destacando la posibilidad de emerger como “seres superiores” incluso superándose así mismo una y otra vez, reinventándose constantemente.- si estamos dispuestos a dejar de pertenecer al “rebaño”, de tomar conciencia, de elevándonos por encima de las leyes humanas y en rigor haciéndonos cargo del total que nos compete, no como raza sino como individuos, este crecimiento individual dentro de la máxima de la naturaleza, la cual no es interpretable esta solo se deja fluir de manera controlada, haciendo una suerte de represas de vida y ocupando de mejor manera sus residuos sin clasificación de bueno y malo.
Todo esto parte en el  apocalipsis del ser, la decadencia moral un nuevo paradigma de valores a raíz de la revolución industrial y la Europa pre-guerra, lo cual es verdad, todo eso sucedía pero creo que  Nietzsche estaba por sobre eso y por lo tanto no estoy de acuerdo pese a que muchos autores que mal-interpretan a Nietzsche postulan eso y además lo de su padre que era pastor y “dios” no lo ayudo   y… paja molida para burros de solemne estirpe.......